El valor invisible que puede potenciar tu empresa
18 de agosto de 2025 | Relaciones Públicas Isvana Capital
"Lo esencial es invisible a los ojos."
Antoine de Saint-Exupéry.
Al valuar una empresa, generalmente se toma en cuenta lo tangible: edificios, maquinaria, inventario. Sin embargo, en la era de la economía del conocimiento, los activos más valiosos muchas veces no aparecen de forma clara en los estados financieros. Hablamos de activos intangibles: marca, patentes, software, know-how, relaciones estratégicas y reputación corporativa.
Lejos de ser “intangibles” en valor, estos elementos pueden determinar la capacidad de una empresa para atraer inversionistas, obtener financiamiento o posicionarse en un mercado competitivo.
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¿Qué son realmente los activos intangibles?
Son recursos no físicos que generan valor y ventaja competitiva. Algunos ejemplos clave:
Marca y reputación: lo que piensan y sienten tus clientes sobre tu empresa.
Propiedad intelectual: patentes, derechos de autor, diseños industriales.
Tecnología interna: software desarrollado a la medida, algoritmos, bases de datos.
Capital humano especializado: conocimientos, habilidades y redes de tu equipo.
Relaciones estratégicas: alianzas comerciales, contratos exclusivos, licencias.
Estos activos suelen costar años en desarrollarse, pero su aporte a las utilidades puede ser inmediato y sostenido.
Cómo medir su valor real
Aunque no es tan sencillo como valuar un edificio, existen metodologías para estimar su valor:
Método de costo – Calcula cuánto costaría crear o reemplazar el activo desde cero.
Método de mercado – Compara con transacciones similares en el sector.
Método de ingresos – Estima el flujo de caja futuro que generará el activo.
Para empresarios, esta valoración es clave en procesos como fusiones, adquisiciones, búsqueda de inversionistas o licitaciones.
Por qué son clave para tu estrategia empresarial
Aumentan el valor percibido de tu empresa: un inversionista pagará más por una marca consolidada o por tecnología patentada.
Abren puertas de financiamiento: algunos fondos y bancos aceptan intangibles como parte de la garantía.
Generan barreras de entrada: patentes y tecnología propia dificultan que nuevos competidores te alcancen.
Potencian la resiliencia: una buena reputación y relaciones sólidas pueden mantener tu negocio a flote en tiempos de crisis.
En un mercado donde lo tangible puede copiarse rápidamente, lo invisible se vuelve tu mejor defensa y tu mayor fuente de crecimiento. Valorar y proteger tus activos intangibles no es solo una buena práctica contable, es una estrategia de largo plazo.
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En ISVANA CAPITAL ayudamos a empresarios a identificar, valorar y aprovechar al máximo sus activos invisibles, transformándolos en motores reales de crecimiento.
Contáctanos y descubre cuánto más vale tu empresa de lo que imaginas.
Roberto Cordero
Isvana Capital